Dentro del esplendor prehispánico destacan las ruinas arqueológicas que continúan sin una exploración; en el pueblo de San Miguel Ixtapan y zonas aledañas, atestiguan que el territorio se pobló antes de la llegada de los españoles; grupos prehispánicos habitaron el área del pedregal y el Cerro de las Tapazones dejando como huella de su presencia, diversos vestigios arqueológicos como lo es la pieza monolítica que se exhibe en el jardín central llamada "Tlazolteotl", representante de las mujeres y del comercio carnal, comedora de inmundicias, lo que significa pecadora. También de esa presencia sobresalen las anónimas pinturas rupestres y petroglifos, cercanas a la localidad de la Calera.
Durante la dominación española, en el siglo XVI Ixtapan del Oro pertenecía a la alcaldía mayor de San Francisco Temascaltepec (hoy Valle de Bravo) y Tuzantla.
Durante la época independiente, en 1811, el Cerro Valiente fue testigo de una importante batalla que ganó el realista Juan Bautista de la Torre, al luchar contra los insurgentes que operaban en el Valle de Temascaltepec y en Sultepec, el 19 de marzo de ese mismo año fue capturado en San Martín de las Mesas Fray Pedro de Orcilléz, quién junto con el fraile José de Lugo, se había unido a Hidalgo, al pasar por Cocula, en octubre de 1810.
Hasta la fecha no se ha encontrado el decreto de creación del municipio de Ixtapan del Oro, pero desde 1870 ya figuraba como municipio independiente. Con este motivo y por acuerdo de cabildo, el 23 de febrero de cada año se conmemora un aniversario más del municipio.
Durante la etapa de la Revolución Mexicana, 40 hombres armados, a las ocho de la noche asaltan la población de Ixtapan del Oro, tomando prisionero al alcalde Arnulfo Velázquez, en tanto fuerzas armadas al mando del capitán Héctor Palacios, dejan la hacienda de San Bartolo rumbo a la plaza tomada; mientras una fracción al mando del cadete Chávez, intenta la retirada de los asaltantes hacia Calera, al sur de Santo Tomás de los Plátanos y aunque se persigue a los atacantes que jefatura el cabecilla Luis Colín, nada se obtiene, pues los alzados huyen hacia Tutuapan.
En torno a la ocupación de la plaza de Ixtapan del 0ro, posteriormente el alcalde Arnulfo Velázquez pone en claro que los asaltantes ciertamente fueron rebeldes aunque vestían uniforme militar, dando a conocer que el número de ellos fue de 126, reconociendo como jefe a un jóven de apellido Ocampo.
En los pueblos del Distrito de Valle de Bravo, los atropellos de los jefes de las fuerzas de voluntarios son motivo de intranquilidad pública en febrero de 1910. En Ixtapan del Oro el presidente municipal, Gilberto Sáenz, se vio precisado a solicitar la destitución del jefe de la veintena del pueblo de San Martín Ocoxochitepec, Herculano de Jesús, pues además de no acatar las órdenes de las autoridades municipales, impuso a los vecinos un cobro sobre la producción de trigo y era acusado de un homicidio.
Cristeros en Ixtapan del Oro: Transcurrían los años de 1925 a 1929, en esta porción del Estado de México, los acontecimientos de guerrilla parecía no parar y la rebeldía se presentaba de nueva cuenta. Existieron choques entre el gobierno y los cristeros siendo estos últimos señalados por el gobierno como rebeldes a las ideas impuestas por el estado.
José Villa y José Ma. Sainz, originarios de Ixtapan del Oro eran señalados como cristeros rebeldes en contra del gobierno, ambos se unieron a los cristeros de la Asunción y Donato Guerra. José Ma. Sainz fue sorprendido en su casa que al intentar huir sale descalzo, un grupo de gentes de Miahuatlán de Hidalgo le dieron alcance en el otro lado del río cerca de la casa de Don Maurilio Bastida, dándole un balazo que termina con su vida. En Ixtapan del Oro había destacamentos del gobierno, donde se reunían los de San José Villa de Allende y de la Asunción, Donato Guerra, para después trasladarse hacia Santo Tomás de los Plátanos, Valle de Bravo y Susupuato, Michoacán, el trayecto lo hacían cruzando el cerro Valiente y bajando por Tilostoc hasta llegar a tierra caliente.
Ixtapan del Oro, en 1927 ya contaba con servicio de teléfono y se encontraba instalado en la sede municipal. Los cristeros rebeldes se lo llevaron en sus actos de vandalismo y disturbios, pero fue hasta 1928 en que reinó un poco la calma, que se abrieron de nueva cuenta las puertas de la iglesia y del Palacio Municipal.
Después de 1949 Ixtapan del Oro; tuvo otro panorama con la introducción de la energía eléctrica en la cabecera municipal, poco a poco se han venido presentando cambios sustanciales en beneficio de sus habitantes; se ha dado apertura a nuevas carreteras y caminos; se introdujeron servicios básicos como agua, drenaje, energía eléctrica, pavimentación de calles, creación de áreas verdes y sitios de esparcimiento, construcción de escuelas y mejora de sus servicios, ampliación y construcción de centros de salud, se han aplicado programas para el mejoramiento de la vivienda, ayuda humanitaria para la niñez y la senectud.